01 julio 2009

Joshua Bell no es reconocido en metro.

Una experiencia increíble en Nueva York realizada esta semana por el periódico Washington Post mostró cómo los americanos no dan valor a los talentos y si importan más los ídolos producidos por la tecnología. En hora pico de la capital del mundo algunos días despues de tocar en la Symphony Hall de Boston con ingreso de US$ 1 mil, el prestigioso violinista Joshua Bell se pasó 45 minutos ejecutando obras clásicas en un rarísimo Stradivarius de 1713, cuyo valor es estimado en US$ 3 millones, recibiendo apenas algunas monedas por eso.
Nadie, absolutamente nadie percibió que estaba delante de uno de los mayores músicos virtuosos del mundo. El obejtivo de la experiencia según los ejecutivos, era lanzar un debate sobre el valor, contexto y arte entre los americanos. La conclusión: estamos acostumbrados a dar valor a las cosas cuando están en un contexto.
fuente: terra.com.br
 

No hay comentarios: