Dos ídolos. La venezolana Mayré Martínez y el guatemalteco Carlos Peña participaron con iguales ansias de triunfo en el reality show Latin American Idol. Los dos ganaron. Ella fue la reina de la primera temporada, él sacudió a Centroamérica en la segunda entrega. Hasta allí sus caminos son parecidos.La suerte en la azarosa vía de la fama, sin embargo, ha sido muy distinta para ambos.
La primera ídolo tuvo algunos tropiezos cuando dio sus primeros pasos fuera del espacio televisivo. Esperó más de 10 meses para que su primer disco homónimo saliera a la venta en agosto del año pasado, debido a inconvenientes con su ex manager, con su disquera de entonces, Sony BMG, y defectos en el DVD.
"Lo del álbum me desanimó mucho, algunas cosas tuvieron que ver con la disquera y otras con decisiones que tenía que tomar de un día para otro sin tener referencias. En el camino me di cuenta de que el oído que más tenía que escuchar era el interno, que nunca se equivoca. No tenía a alguien a quién preguntarle cosas y me di cuenta de que es un mundo impredecible, nadie tiene una fórmula y nadie puede prever ciertas cosas, como que se dañe un equipo", dijo la intérprete, en julio de 2007, cuando hacía una gira en México para hablar sobre lo que había hecho luego del concurso.
Tras meses de incertidumbre, Martínez tomó este año las riendas de su destino profesional. Se desligó del contrato con la casa discográfica y empezó a producir los temas de su segundo disco, aún sin fecha de lanzamiento, del que se escucha la canción promocional "La reina de la noche".
Carlos Peña pareciera haber corrido con más suerte. Luego de convertirse en el segundo vencedor del programa en septiembre del año pasado, fue recibido con honores por el entonces presidente de su país, Óscar Berger. Se mudó de Guatemala a México y luego fijó residencia en Estados Unidos.
En menos de cuatro meses grabó su primer álbum con temas conocidos de otros artistas Por ese trabajo obtuvo 4 discos de platino, un gran logro para un cantante de 19 años de edad que debutaba más allá de las fronteras de su país.
Mientras hacía la promoción del álbum por América Latina, Peña pensaba en las letras para su disco inédito, que produce el italiano Ettore Grenci.
Celebró una gira de conciertos con el mexicano Aleks Syntek, asistió a la fies
ta de los premios Grammy -donde conoció a Rihanna, Alicia Keys y Maroon 5-, le ofrecieron actuar en una película estadounidense llamada Columbus y actualmente escribe un libro sobre su vida, con ayuda de su madre, Nilda Aldana, su compañera y guía en la acelerada carrera que ha tenido después de su paso por Latin American Idol.Todos sus éxitos se los agradece al espacio de caza talentos, donde incluso transmitieron un especial llamado "El ídolo", en el que hacían un recuento de su triunfo y recibimiento efusivo en los países de Centroamérica.
"Sé que va a ser una trayectoria larga y creo que hemos empezado muy bien. El programa es mi pilar, eso nunca me lo van a borrar. Llegó porque Dios quiso que llegara", expresó.
Vitrina de aspirantes.
Al tomar en cuenta las proyecciones de los dos cantantes, es notable cómo los caminos de Mayré Martínez y Carlos Peña tomaron giros distintos. Para Sergio Pizzolante, vicepresidente y gerente general de Sony Entertainment Televisión (canal que emite el reality show), hay una serie de factores que incidieron directamente en que eso sucediera.
"El primer año fue una especie de aprendizaje. No se manejaban las cosas de la manera más apropiada. Una vez que finaliza el programa tiene que salir un disco. Esto no ocurrió en el caso de Mayré. La disquera tardó mucho y el management tampoco fue el más apropiado. Con Carlos Peña la diferencia es obvia. Aprendimos las lecciones.
El álbum salió inmediatamente. Hicimos un mejor trabajo con la casa discográfica".
El directivo señaló que la escasa exposición de Martínez también se debió a una serie de decisiones que tomó la intérprete, las cuales piensa no fueron las más adecuadas:"Firmó un contrato con RCTV cuando Venevisión fue uno de los artífices de su triunfo, le dieron hasta una Orquídea al Mérito. Adicionalmente, firmó como imagen de Digitel cuando Movistar era el patrocinante del espacio. En aquella época hubo mucha confusión".
Pizzolante considera que existe la tendencia a pensar que en programas como Latin American idol el éxito se alcanza apenas se gana. "Varias veces me han dicho que no hemos encontrado a un ídolo, pero nosotros lo que somos es una gran vitrina. De otra manera el sueño de esos aspirantes se pierde en una gaveta de una disquera. Al final está claro que no se puede lanzar un disco simultáneamente en todos los países. Son contados los artistas consagrados que lo pueden hacer".
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